La novela epistolar ya no es lo que era en esta época de emails, wasaps y sms. Nada que ver esta novela con "Las amistades peligrosas", por poner un ejemplo. Pero el mundo del email es muy distinto a escribir una carta, ponerle su sello, meterla en el buzón.
Emmi escribe por error un email a Leo, un tipo al que no conoce. Y ya la tenemos liada. 264 páginas de correos electrónicos entre Leo y Emmi. Casualidad inmensa que viven en la misma ciudad. Ella está felizmente casada con un hombre 20 años mayor. Él es soltero y sin compromiso. Se escriben, se escriben, se escriben, se gustan, se disgustan, se escriben, se dejan de escribir, quedan y no se ven, se escriben, se tiran los trastos, beben una copa juntos de forma virtual, se escriben.
De pronto, el único punto de inflexión, lo único interesante de todo el libro. Y entonces, unas páginas más allá, de repente se acaba todo. Bueno, no, hay una segunda parte. Pero no pienso leerla. Me gusta más el wassap con mis amigas de Criando Múltiples.
Es una mezcla entre lectura playera sin complicaciones y el superpop. Como los libros de Moccia pero para gente un poco mayor. Prescindible, no. Lo siguiente.
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