La policía, alertada por un vecino, encuentra a un anciano muerto en su cama. Lo que aparentemente es una muerte por causas naturales resulta ser un asesinato a la vista de las pruebas forenses.
Varios años antes, en plena II Guerra Mundial, una pareja formada por una islandesa y un americano, pasea por las traseras del Teatro Nacional cuando se encuentran el cadáver de una mujer. En lugar de llamar a la policía, él decide salir de allí escopetados y arrastra a la mujer con él.
Desde ese momento vivimos ambas investigaciones de forma paralela, la actual y la de la guerra, pues resulta que el anciano muerto fue uno de los policías que investigaron la muerte de la mujer del Teatro Nacional. A pesar del tiempo transcurrido, encuentran conexiones entre la muerte de dicha mujer, Rosámunda, y la de otra que aparentemente se suicidó años antes: ambas parecían haber sufrido abusos sexuales por parte de un hombre que las animó a contar que habían sido los elfos.
Además de las investigaciones, Indridason nos hace un retrato de Islandia en un momento crítico: a punto de firmar su independencia y proclamarse como República, las tropas estadounidenses están por doquier y se relacionan con las mujeres islandesas (en algo tan institucionalizado que lo llaman "la situación"), no siempre con la verdad por delante. Las mujeres están empezando a independizarse y a no estar tan sometidas a los hombres como era habitual en la Islandia más rural, y eso a la sociedad islandesa no acaba de gustarle.
Es una novela excelente y un poco triste. El ambiente en general es triste. Pero está muy bien, la trama muy conseguida, ambas historias muy bien enlazadas y merece la pena.
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