Lo compré pensando que era lo último de Mankell y resulta que es lo primero de Mankell, antes incluso de que existiera Wallander.
Lo cierto es que "Daisy sisters" no tiene nada que ver con nada de lo que había leído de Mankell hasta ahora; acostumbrada a Wallander y a las otras historias, ambientadas en África, toparme con ésta que transcurre en Suecia pero sin el policía me ha sorprendido. Por otra parte ¡¡lo que he sufrido, por favor!! Que si llego a saber que es tan de sufrir, no la leo, que yo no tenía el ánimo para sufrimientos...
Trata la historia de Elna y Vivi, que se van de viaje en plena guerra mundial (aunque Suecia era un país neutral) a vivir su propia aventura. El viaje termina con Elna embarazada fruto de una violación. De ese embarazo nace Eivor, que lucha por huir del pueblo en el que vive y consigue hacerlo gracias a una visita de su vecino. El visitante, Lasse, se la lleva en una fuga que no puede acabar más que mal. Y de ahí en adelante se cuenta toda la historia de Eivor.
La historia de Eivor es triste, triste. Además, y aunque ya había leído del tema en otras novelas, siempre sorprende leer que el hombre sueco era tan machista como lo solían ser los españoles (y no lo digo en presente porque las cosas han cambiado bastante, pero machistas sigue habiendo por doquier), y les parecía perfectamente lícito pegar una bofetada a la esposa o violarla si no accedía al "débito conyugal". Y además, llega un momento en que lo que realmente te apetece es pegarle dos collejas a Eivor y decirle que espabile, que no se puede ser tan imbécil, y no doy más detalles por no estropear el final, pero sí, hay un punto en el libro en que piensas "pero esta tía es gilipollas, directamente".
En fin, me ha gustado pero no lo recomiendo si estáis en un momento de bajón personal, o un poco plof, o simplemente con un poco de astenia primaveral.
La historia de Eivor es triste, triste. Además, y aunque ya había leído del tema en otras novelas, siempre sorprende leer que el hombre sueco era tan machista como lo solían ser los españoles (y no lo digo en presente porque las cosas han cambiado bastante, pero machistas sigue habiendo por doquier), y les parecía perfectamente lícito pegar una bofetada a la esposa o violarla si no accedía al "débito conyugal". Y además, llega un momento en que lo que realmente te apetece es pegarle dos collejas a Eivor y decirle que espabile, que no se puede ser tan imbécil, y no doy más detalles por no estropear el final, pero sí, hay un punto en el libro en que piensas "pero esta tía es gilipollas, directamente".
En fin, me ha gustado pero no lo recomiendo si estáis en un momento de bajón personal, o un poco plof, o simplemente con un poco de astenia primaveral.
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