Yo de Raquel Martos sólo sabía que trabaja con Pablo Motos en "El hormiguero". Pero resulta que también es escritora y que lo que escribe (o al menos este libro) me gusta.
"Los besos no se gastan" cuenta la historia de dos amigas que lo son desde la infancia: Lucía, que se queda huérfana de madre con cuatro años, y Eva, que la acoge cuando Lucía cambia de colegio tras la muerte de su madre. Lucía y Eva se hacen inseparables, son la una para la otra, tanto, tanto, que Lucía es acogida en casa de Eva como una más. Su amistad a través de los años, de los novios, de los problemas es lo que relata este libro.
La novela comienza cuando se reencuentran, años después de haberse abandonado, en un momento de crisis para cada una de ellas. Lucía tiene una hija, Lola, y un marido del que ya no está enamorada y del que se quiere divorciar. Eva acaba de ser abandonada por su último novio y vive una vida de ejecutiva agresiva que no parece aportarle todo lo que ella quiere. Estos cambios en sus vidas y su encuentro tras un tiempo distanciadas hacen que la una se apoye en la otra, como cuando eran niñas, para ayudarse y auparse. Es una preciosa historia de amistad, un poco triste, un poco de rememorar nuestras propias infancias y lo que nos hacía felices de pequeñas.
Os lo recomiendo. Una vuelta a la niñez, a la adolescencia, al BUP, a las mañanas tiradas en el césped de la facultad en cuanto salía un rayo de sol.
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