19 de enero de 2015

Martyrium - Vicente Garrido y Nieves Abarca


¡¡Qué tensión!! Necesitaba acabarlo para poder aflojar las mandíbulas. Porque a pesar de que desde el principio sabes que la cosa acabará bien (al menos una parte de la historia, que para eso está encargada Valentina Negro del caso), las tramas paralelas te van haciendo tensar la mandibula hasta que las muelas te chirrían. Y para rematar el final. Vamos, que no me empecé el siguiente de inmediato porque necesitaba relajarme si no quería acabar con las muelas planas de tanto apretar. 

Valentina Negro está de vacaciones cuando la llama la magistrada Rebeca Palacios, una de los jueces que juzgarán a Mendiluce (ver Crímenes exquisitos). La hija de la juez ha sido secuestrada y el rescate no es económico, sino un vil chantaje: deberá dictar una sentencia favorable a Mendiluce si quiere volver a ver a su hija. La chica vive en Roma y allá que se va Valentina. 

Al mismo tiempo, una serie de asesinatos se están cometiendo en la ciudad eterna. Sanjuán, el compañero de Valentina en la investigación de los crímenes exquisitos, es llamado por la policía romana porque el perfil parece encajar con el de "El artista", el asesino de Crímenes Exquisitos.

Pero entrelazada con estas dos historias hay una tercera en la que confluyen la trata de blancas y la venta de vírgenes al mejor postor que va caldeando la historia y liando la madeja. 

Un libro espectacular, un final apabullante. Muy muy muy recomendable. 

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