Martin Beck está a punto de comenzar sus vacaciones de verano cuando desaparece el periodista Alf Matsson en Hungría, cuando aún era un país socialista detrás del telón de acero. Beck decide encargarse del caso, si bien no existe denuncia previa, y marcha a Hungría a seguir los pasos de Matsson. Pero las cosas no son lo que parecen, y tirando de aquí y de allá va desenredando una trama extraña. Además, le persiguen, y él cree que es la policía, pero la realidad es otra. Poco a poco, a base de hilar muy fino y de tirar de hilos que parecen alejados entre sí, va llegando a las conclusiones que le llevarán a resolver tan misteriosa desaparición.
Choca leer algo de la época de la guerra fría, el telón de acero y demás. Parece estar tan alejado en el tiempo, y no hace tanto (cielos, acabo de mirarlo, ¡¡hace ya veintitrés años!!).
El libro está bien, la trama bien llevada, aunque no sé si es que soy yo y ando muy cansada, pero tampoco me ha parecido nada del otro jueves.
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