Liesel Meminger es una niña cuando es dada en acogida a Hans y a Rose el día siguiente de ver morir a su hermano en el tren que la llevaba hasta esa familia (en la que fue su primera oportunidad de robar un libro). Vive en Alemania justo al comienzo de la segunda guerra mundial, Hitler está presente en cada rincón. De hecho, la historia la cuenta la Muerte en persona, desde su punto de vista. Al principio se hace un poco pesado ese narrador omnisciente, pero a medida que te adentras en la historia de Liesel, te vas enganchando y vas obviando que sea la muerte la narradora.
Hans es un padrazo. Rose es brusca en sus cariños, la verdad es que se te hace borde hasta casi al final. Tienen dos hijos, ya emancipados. El chico, furibundo nazi, es soldado. La chica sirve en una casa, cuidando niños. Pero Hans es mucho más tibio con el nazismo y no comulga con esas ideas. Hans ha sobrevivido a la primera guerra mundial y se dedica a pintar casas. Rose completa, con lo que gana lavando ropa, la economía doméstica. Liesel no sabe ni leer y el colegio es una tortura.Cada noche se despierta en una pesadilla y Hans la ayuda a aprender. Así van estrechando lazos entre ellos, convirtiéndose en padre e hija.
Liesel tiene un gran amigo, Rudy, su vecino. Juntos corren, juegan, van al colegio... Rudy tiene un problema grave en la Alemania nazi y es que admira a Jesse Owen, el corredor negro que ganó todas las carreras en las Olimpiadas de Berlín, al que Hitler denegó el saludo. Entre Liesel y Rudy hay una profunda amistad.
Pero un día aparece por casa de Hans Max, un judío, buscando asilo. Max es el hijo del hombre que salvó la vida de Hans en la primera guerra mundial, y Hans lo único que puede hacer es esconder al hombre y guardar el secreto. Toda la familia custodia a Max, escondido en el sótano. Y se va hilando una historia de solidaridad en un mundo atroz.
La historia es preciosa dentro del horror de la guerra, del nazismo, del holocausto. Se va endureciendo a medida que los protagonistas se implican en su secreto, a medida que la guerra avanza. Habrá que ver la peli, a ver si sigue el libro o no...
2 comentarios:
Lo leí hace unos cuantos años; lo vi en la biblio y el título me sedujo (siempre que aparece libro, biblioteca, lectura o similares en ellos me seducen)
Me gustó bastante y me pareció una forma diferente de abordar el nazismo. Desde los propios alemanes que no comulgan con Hitler; que fueron muchos y en muchas ocasiones se obvian en la literatura y el cine.
Aún no he visto la película pero supongo que aprovecharé uno de estos "miércoles de cines"
Y lo mal que lo debieron pasar esas personas que no comulgaban con el nazismo, en esa lucha entre sobrevivir o ayudar a vivir a los demás.
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