"El héroe discreto" me ha costado. Aunque las historias me enganchaban, me ha parecido lento, un poco cansino. Con Vargas Llosa tengo una relación amor-odio. Me gustó muchísimo "La fiesta del chivo", "La tía Julia y el escribidor" o "Pantaleón y las visitadoras", pero por ejemplo, "Travesuras de una niña mala" me pareció un peñascazo, y "Lituma en los Andes" o "Historia de Mayta" no me dijeron nada.
Y este "El héroe discreto" lo he leído más por cabezonería que por otra cosa. Cuenta dos historias paralelas: la de Felícito Yanaqué, un empresario modesto de Piura, y la de Ismael Carrera, un empresario de éxito de Lima, aunque en realidad esta parte de la historia es mucho más de Rigoberto, Lucrecia y Fonchito que de Ismael.
Felícito es el dueño de una empresa de transporte en Piura, tiene dos hijos, Miguel y Tiburcio, una mujer que es un mueble más de la casa y una amante discreta llamada Mabel a la que mantiene. Es un hombre íntegro y honrado a carta cabal que, al recibir una carta anónima intentando cobrarle coimas, se indigna tanto que pone un anuncio en el periódico diciéndole a los mafiosos que no pensaba pagar nada. Denuncia el hecho ante la policía, que poco menos que pasa de él. Y todo parece volver a su cauce hasta que le incendian una parte de la empresa y, posteriormente, secuestran a su amante.
Ismael es un empresario de éxito que tiene dos hijos mellizos que son unos cabrones. Ismael decide casarse con su asistenta en secreto y los hijos arremeten contra los testigos de esa boda (Rigoberto y Néstor, el chófer de Ismael) mientras su padre está de luna de miel por Europa.
Paralelamente, el hijo de Rigoberto sufre las apariciones de un tal Edilberto Torres, que en un momento dado parece ser el diablo en persona y hace que Rigoberto dude de la veracidad de lo que su hijo le cuenta.
Casi al final, las historias de Felícito e Ismael se entrecruzan. Y el desenlace de la historia de Edilberto Torres es una burla al lector.
Desde luego, no es por libros como éste por lo que le han dado el Nobel de Literatura a Vargas Llosa. Me ha resultado pesado, falto de garra. Me lo podía haber ahorrado, vamos.
1 comentario:
Lo tendré en cuenta, yo la verdad es que no tengo mucha prisa por leerlo, pero espero hacerlo algún día si mi I.L.P me lo permite.
Publicar un comentario