Para empezar una lee un nombre como Fred Vargas y piensa que es un hombre latino. Como la novela es policíaca, le atribuye al hombre latino la nacionalidad estadounidense. Y luego se topa una con la realidad: mujer y francesa. Esta curiosidad aparte, el libro me ha aburrido muchísimo...
El comisario Adamsberg es de un peñascoso que aburre hasta a las ovejas. Su subordinado, Danglars, sólo me gusta por ser padre soltero de dos parejas de mellizos y de uno más. El ciego con mala ostia, la ancianita de los anuncios por palabras y la oceanógrafa pirada no me interesan en absoluto. Así que para mí es una novela totalmente prescindible.
1 comentario:
Ja, ja. A mí me habían recomendado leer a Fred Vargas, pero con esta reseña tuya me lo voy a pensar mucho.
1beso.
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