Odio los relatos cortos. Cuando le estás cogiendo el gustillo a una historia, se acaba. Y te deja con ganas de más. Pero la siguiente es distinta. Y cuando le vas cogiendo el gustillo, se acaba. Y vuelta a empezar. Y llega un momento en que te jode esta situación.
Si encima al principio andas empanada y piensas que es todo una misma historia y te parece todo deslavazado, y para cuando te das cuenta de que son distintas ya llevas tres o cuatro... En fin, que no. No me ha llenado nada. Me ha costado horrores.
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