17 de julio de 2013

Caperucita en Manhattan - Carmen Martín Gaite


Leí por primera vez "Caperucita en Manhattan" en febrero de 1991. Me hizo conocer a Carmen Martín Gaite, de la que hasta entonces no había oído hablar, y es algo de agradecer. Lo he retomado porque he leído alguna crítica reciente en el blog "La caverna literaria".

"Caperucita en Manhattan" es la historia de Sara Allen, una niña con una madre insoportable, un padre apenas presente y una abuela maravillosa. Sara vive en Brooklyn y sueña con vivir con su abuela en Manhattan. Sara no tiene miedo, hace preguntas incómodas y se entera de muchas cosas que sus padres creen que no sabe, porque les escucha a través del tabique que separa sus dos habitaciones. La madre de Sara es una apasionada de la tarta de fresa, y la hace en cualquier ocasión y sobre todo cada sábado, cuando Sara y su madre van a ver a su abuela y a ordenar un poco su casa. La madre de Sara está empeñada en que la abuela se vaya a vivir con ellos, y poder cuidarla como se merece, pero la abuela prefiere su libertad y no tener que aguantar a la pesada de su hija. Sara es un espíritu libre, como su abuela, y está aprisionada en una familia horrible. Pero encontrará su oportunidad cuando sus padres tienen que irse por el fallecimiento de un familiar y queda a cargo de una vecina. Entonces, con la excusa de ir a llevar la tarta de fresa a su abuela, se escapa de casa y vive la aventura de su vida.

Es un libro precioso, que debería hacernos reflexionar a los que tenemos hijos para que nuestro comportamiento con ellos, hacia ellos, sea más fluido, menos dominante. La primera vez que lo leí yo no tenía hijos ni pensamientos de tenerlos, y también me pareció un libro precioso. Ya digo que este cuento me descubrió a Carmen Martín Gaite, de la que luego he leído prácticamente todo. Por algo sería.

2 comentarios:

Jesús Martínez dijo...

Me uno a tu recomendación. Leí esta novela por primera vez en 1996. En ese año tampoco tenía noticias de esta escritora (era mi primer año en el instituto). Me quedé prendado de aquellos personajes. Tanto es así, que hace poco decidí rescatar esta historia para darle difusión en mi blog. Merece la pena. ¡Un abrazo!

Jesús Martínez dijo...

Muchísimas gracias por incluir el enlace a mi reseña y por pasarte de nuevo por mi espacio. Un abrazo. :)