11 de febrero de 2011

El hombre del lago - Arnaldur Indridason


Cuarta entrega (aunque cronológicamente es la tercera) de la serie Erlendur. Qué manía tienen estos editores con traernos las series desordenadas, luego no eres capaz de hilar acontecimientos...

En este caso Erlendur se enfrenta a la aparición de un cadáver en un lago, atado a una vieja radio rusa y con un golpe en la cabeza. Las investigaciones les llevan a la época de la guerra fría, el telón de acero y las repúblicas socialistas de Europa del Este, con sus espías y demás. La historia actual del cadáver se mezcla con la de Tomas, un estudiante islandés, que se va a estudiar a la Universidad de Leipzig becado por el partido socialista. Allí conoce a compañeros islandeses y socialistas y a otros que no lo son tanto, y descubre que el socialismo no es lo que él creía. Es curioso leer sobre estos temas que parecen tan lejanos en el tiempo, desde el punto de vista de Islandia, un país que apenas conocemos y que, al parecer, no se vio demasiado implicado en el follón de la guerra fría. 

Además, en esta entrega, Erlendur recupera la relación con su hijo Sindri y parece, además, que su relación de amistad con Vergeldur se afianza y podría llegar a más. Parece que se va haciendo un poco menos huraño, un poco más amigable. Cada vez me gusta más.

5 de febrero de 2011

Nadie vale más que otro - Lorenzo Silva


En esta ocasión, Silva nos presenta cuatro relatos cortos protagonizados por Bevilaqua y Chamorro. Sin grandes alharacas, con unos relatos cercanos a lo cotidiano, nos acerca a la vida laboral común y corriente de dos guardias civiles, con sus miserias (esos coches confiscados a los malos, esos políticos que casi te obligan a una pronta resolución del caso) y sus alegrías, si las hay. Con cuatro casos de esos que salen en los programas de por la tarde en la tele,
Bevilaqua y Chamorro se las arreglan para quedar, como siempre, estupendamente, aunque sean cosas de "andar por casa" (si es que algún crimen puede ser algo de andar por casa).
Me gusta, además, esas descripciones de los civiles de pueblo, tan acertadas, tan aceradas, con esos hombres tan de la "vieja guardia", esos otros más de hoy en día, y esas mujeres guardias civiles a las que les toca apechugar con el machismo inherente a este cuerpo armado.
Merece la pena leerlo. A los aficionados, como yo, de esta pareja de investigadores, nos vale como aperitivo. A quien no los conozca, les valdrá para comenzar a adentrarse en su mundo.