27 de julio de 2011

U del ultimátum - Sue Grafton

Llevaba viendo en el escaparate de la librería de enfrente del trabajo este libro semanas, y no lo compraba por dos razones: 
  1. Me daba pena utilizar tan poco mi ebook,
  2. Tenía demasiadas cosas pendientes de leer.
Peeeero.... llegué a la Feria del Libro y lo vi ahí, más barato, llamándome... y sucumbí.

Sue Grafton no me ha defraudado jamás, y después del último Pennac (arrggg... he visto en otra librería que ha sacado nuevo libro "Señores niños" y la historia me parece interesante), necesitaba leer algo que me gustase, así que he tirado de la detective Kinsey Millhone, he obviado a mi pareja mientras conducía el coche y he sido la copiloto más desatenta en su piloto y más concentrada en la lectura de toda la A-6. 

Kinsey es una detective privada que trabaja en Santa Teresa, California, tiene 38 años, dos divorcios a cuestas, es huérfana desde los cinco años y fue criada por su tía Gin.

Kinsey se enfrenta en este libro a una historia sucedida 25 años antes. Michael Sutton vuelve a Santa Teresa y le cuenta a Kinsey una historia un poco extraña sobre un recuerdo que le ha venido cual flash-back de unos hombres enterrando un bulto, coincidiendo con la fecha del secuestro y desaparición de una niña en la misma zona. Michael entonces tenía 6 años y ahora, mucho mayor, se encuentra con que tiene poca credibilidad debido a una historia familiar truculenta sucedida en su juventud, en la que acusó a sus padres de abuso sexual contra él, y de la que se retractó al fallecer su padre. 

Kinsey decide investigar el tema durante un día, pero la cosa se desmanda y se ve más y más imbuida en una historia poco creíble de primeras, pero que se va haciendo cada vez más seria y más posible a medida que avanza en las investigaciones.

Además ella misma encuentra datos sobre una familia (la suya) que no había sabido que existiera hasta el libro anterior, y en éste encuentra sorprendentes novedades que la hacen ver su propia historia desde otro punto de vista.

Entre medias se cuenta la historia de la niña secuestrada y de las personas y vecinos que la rodeaban, en la época del flower power.

Me resulta curioso de este libro leer cómo se presupone que los chavales estadounidenses dejan la casa familiar al ir a la universidad, pero dejándola de verdad, no volviendo a cada poco ni nada. Se ganan la vida como pueden, se pagan los estudios trabajando y en casa de sus padres van a la habitación de invitados porque ya no tienen habitación propia. Y pienso en los adolescentes, jóvenes y no tan jóvenes españoles, que vuelven a casa por navidad, por semana santa, por la semana blanca, por verano, por puentes, por fiestas de guardar... o que directamente no se van. Y digo yo que habrá un lugar intermedio.

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