20 de febrero de 2016

La luz en casa de los demás - Chiara Gamberale


La premisa de este libro es atrayente: María, administradora de fincas, muere en un accidente dejando a Mandorla, su hija, huérfana. Los vecinos del edificio de la Grotta Perfeta 315, reunidos en su funeral, leen la carta que María dejó para que Mandorla leyera cuando fuera mayor, en la que se cuenta que el padre de Mandorla es uno de los hombres que vive en el edificio. Ante el terremoto que esto provoca en los matrimonios residentes y las pocas ganas de confesar que tiene el padre de la criatura, deciden que Mandorla sea legalmente adoptada por la señorita (solterona) Tina Pollidoro pero que conviva en diferentes periodos con todas las familias de la casa.

Mandorla cuenta su historia en flash-back. Está en los calabozos de alguna comisaría por haber hecho algo que no se aclara hasta el final. Y no sólo cuenta su historia sino la de todos los habitantes del edificio. Va aprendiendo, poco a poco, sobre la soledad, el matrimonio, los derechos de los homosexuales, la infidelidad... pero sobre todo va aprendiendo a reconocerse diferente al resto de los niños de su edad y eso la duele. 

A Mandorla se le va la pinza de vez en cuando y suelta unos poemas en los que quiere intercambiarse con las cosas y personas más variopintas. Se hace cansina la historia, pues parece que no pasa nada, que pasan los años y las preguntas de Mandorla siguen sin ser contestadas, hasta que al final todo se precipita. En fin, que lo que podría haber sido algo interesante se queda en un "a ver si se acaba esto de una vez". 


3 de febrero de 2016

Cómo se hace una chica - Caitlin Moran



Johanna Morrigan vive en un pueblo inglés, del estilo de los que salen en "Billy Elliot" o "Full monty". Tiene una vida cutre y pobre con su familia: su padre, alcohólico y minusválido, que cobra una ayuda por su minusvalía; su madre, hippy psicodélica con depresión post-parto tras el nacimiento de los gemelos; su hermano mayor, Krissi, compañero de fatigas y homosexual sin declarar; y su hermano pequeño, Lupin. La vida es una mierda que transcurre del colegio a casa y viceversa, sin nada que destacar. Johanna se masturba con el bote del desodorante (hilarante escena) y lee todo cuanto cae en sus manos. 

Pero Johanna no quiere seguir toda la vida con esa vida. Wolverhampton se le queda pequeño y decide dedicarse a escribir crítica musical para una revista londinense, cambiarse el nombre e iniciar su despegue, con apenas diecisiete años, en el mundo del periodismo. Se construye una nueva vida y se hace llamar Dolly Morrigan. Viste de forma estrafalaria y consigue introducirse en ese mundo que le es completamente ajeno. Su inmersión en la redacción de la revista, y en la vida en general, es tronchante. 

Además, Dolly-Johanna está deseando que alguien la bese. Y que alguien la folle. Sus coqueteos y sus devaneos amoroso-sexuales son descojonantes, su afán por dejar contento al contrario son tronchantes. Es un libro de iniciación a la vida bastante distinto a lo habitual, nada místico, y muy divertido. Dolly busca su sitio en plan elefante en una cacharrería y va dejando algunos cacharros rotos por el camino. 

Y también, por el camino, se nos desglosa la vida, la política, la música del Reino Unido de Margaret Thatcher. Con una acidez y una mala leche estupendas.

Un libro muy divertido, de una autora a la que no conocía pero a la que seguiré. Os dejo un enlace a una entrevista que le hicieron en eldiario.es