30 de octubre de 2015

A Lupita le gustaba planchar - Laura Esquivel


Lupita sufrió abusos sexuales en su infancia por parte de su padrastro y malos tratos por parte de su marido. Mató a su hijo en una borrachera y estuvo en la cárcel por ello. Después, a la salida, se hizo policía y dejó el alcohol y las drogas. Lupita es una mujer sencilla, normal y corriente. 

Pero al presenciar el asesinato de un delegado político, Lupita se ve inmersa en un montón de mierda que se empeña en salpicarla. Laura Esquivel hace de este libro una crítica durísima a la vida política y social mexicana, llena de mafias, políticos corruptos y gente interesada en ganar mucho y dar poco. También nos muestra que otro México es posible, que hay zonas en las que la policía es la propia gente del pueblo y que se defienden de los corruptos con uñas y dientes. Lupita no es precisamente una joya y recae en sus vicios sin mucha tristeza, pero es una persona íntegra que quiere saber la verdad sobre la muerte que ha presenciado.

Una parte del libro se sumerge en temas psicodélicos de los dioses mexicanos. A mí los rollos psicodélicos y del más allá me sobran bastante, pero habrá a quien le guste saber de ello.

De Laura Esquivel me gustó mucho más, sin duda, la famosa "Como agua para chocolate".

27 de octubre de 2015

El largo funeral del señor White - Eugenio Prados

Novela requetecorta que se lee en un suspiro y es redonda y perfecta. El señor White ve cercana la fecha de su muerte y decide buscar alguien que le haga de secretario y apunte las últimas palabras que él pronuncie antes de morir. Para ello, pone un anuncio en el periódico que levanta las expectativas de heredar de todas las personas que le conocen y de algunas que no. Recibe cientos de solicitudes y escoge tres al azar. El primer seleccionado muere antes de tomar posesión de su puesto. La segunda seleccionada trata de envenenar al señor White en su ansia de heredar. El tercero, finalmente, resulta ser el que se queda y el que da una lección de vida al señor White.

Perfecta para leer después de un tocho o de algo muy intenso porque es fresca, breve y distinta.

26 de octubre de 2015

Hipotermia - Arnaldur Indridason


Una mujer aparece muerta en su bungalow junto al lago. Karen, su amiga, la descubre colgando de una viga. Todo indica que se trata de un suicidio, pero Karen no lo cree así e insta a Erlendur a que investigue qué es lo que ha podido suceder. Y le pone tras la pista de un médium al que María, su amiga, había consultado en su momento, buscando encontrar en el más allá las respuestas que su madre, recientemente fallecida, no le había dado. 

Erlendur, como ya sabemos, está obsesionado con los casos de desapariciones antiguas. A la vez que trata de averiguar si hay algo de cierto en lo que Karen le dice, algunos hilos le llevan a las desapariciones de un chico y una chica sucedidas con unas semanas de diferencia varios años atrás. Erlendur vive traumatizado por la pérdida de su hermano en una tormenta de nieve cuando ambos eran pequeños, y los casos de personas desaparecidas siempre le llaman la atención. Además debe batallar con su hija Eva Lind, que se empeña en que sus padres se reconcilien a pesar de que se divorciaron varios años atrás.

La historia de Maria y de su madre Leonóra se va desgranando a lo largo de todo el libro, de cómo se vieron afectadas por la muerte del padre de Maria en un accidente en una barca y de cómo se protegieron la una a la otra mientras estuvieron juntas.

También se habla de la hipotermia y de cómo se utiliza en ocasiones para proteger los órganos vitales en caso de heridas graves, o de la muerte inducida por frío y la posterior resurrección, como se cuenta también en Atomka, de Frank Thilliez. 

Como todas las historias protagonizadas por Erlendur, tiene un poso de tristeza y de fatalidad. Pero es una gran novela bien resuelta, aunque la resolución no sea, tal vez, la que habríamos imaginado.

20 de octubre de 2015

Persona - Erik Axl Sund


Odio profundamente los libros de trilogías que te obligan a leer los dos siguientes porque la historia no concluye. No, así no se hacen las cosas. Si tienes ganas de vender tres libros, escribe tres libros. Pero acaba cada uno de ellos.

Por otro lado, la historia es tenebrosa, escabrosa y dura. Hay abusos a menores, muertes de niños que han sido torturados, violaciones... y un exceso, a mi parecer, de indicaciones geográficas que aturullan porque a ratos parece que estás leyendo las instrucciones del tomtom...

Jeanette Khilberg es la policía encargada de investigar la muerte de dos chavales que aparecen en distintos puntos de Estocolmo con signos bastante evidentes de haber sido torturados y abusados. Se entrevista con la psicóloga Sofia Zetterlund, especializada en traumas infantiles, que está inmersa en la terapia de dos personas especialmente difíciles: Samuel Bai, un niño-soldado de Sierra Leona, y Victoria Bergman, una mujer de vida complicada y víctima así mismo de abusos en su infancia. La comisaria Khilberg es como para darle una colleja cada dos por tres. La psicóloga es de lo más obtuso. Y, a pesar de todo, acaban liadas para dar más emoción al asunto, sobre todo ahora que el marido de Jeanette se ha liado con una marchante de arte.

Y, en fin, aquí nada es lo que parece y hay muchas trampas. La historia ha empezado a ponerse intersante casi al final y es entonces cuando te das cuenta de que ¡tachán! el libro se acaba y tienes que leerte el siguiente para saber qué demonios ha pasado. Y no, por ahí no paso. No habrá segunda ni tercera parte para ti. Ya buscaré quien me lo destripe.

13 de octubre de 2015

13'99 € - Frédéric Beigbeder


Octave es un publicista pasado de rosca y un poco cansado de su vida de lujo hecha a base de engañar al consumidor. Decide entonces escribir un libro que ponga al descubierto toda la trama de engaños y mentiras que hay tras cada campaña publicitaria, cada anuncio de la tele y en cada producto que nos venden en el supermercado. Y que, cuando el libro se publique, la indemnización que le paguen por el despido le de para vivir cómodamente y sin preocupaciones. Pero en realidad es un tipo poco empático, pagado de sí mismo, chulo, creído y arrogante, que deja a su novia en el mismo instante en que ella le dice que está embarazada. En estas circunstancias, puesto hasta arriba de coca, pierde el conocimiento y es ingresado en una clínica de desintoxicación, de donde sale para viajar con su empresa al Caribe o algún sitio así. En realidad, la historia de Octave es de colleja permanente, pero la novela es muy incisiva y crítica con la publicidad y con las necesidades que crea en la gente. Hace planteamientos interesantes sobre cómo se plantea este mundo de consumo permanente, donde la gente es capaz de hacer colas para entrar a comprar en el primark unos calcetines que no necesita. Plagado de citas de grandes autores y de lemas publicitarios, es una novela par reflexionar y repensar si necesitas esas cosas que crees que necesitas, desde yogures con bífidus a camisetas de cuello de barco.