30 de septiembre de 2015

El primer caso del peluquero - Christian Schünemann


El peluquero, por supuesto, es gay. Se llama Tomas y es lo más en Munich. Una de sus clientas muere asesinada el día siguiente de haberle cortado el pelo y Tomas decide investigar. Pero es un tipo insulso, la historia es insulsa y deslavazada, mezclada con técnicas para cortar o teñir el pelo y alguna otra cosa de escaso interés. La verdad es que he acabado de leerlo porque era un libro corto, aunque se me haya hecho largo. Tengo claro que, para mí, no habrá un segundo caso del peluquero. Demasiado por leer para andar perdiendo el tiempo.

24 de septiembre de 2015

El lector del tren de las 6.27 - Jean-Paul Didierlaurent



Guibrando Viñol es un tipo anodino, con un nombre raro. Vive una vida solitaria con la única compañía de un pez rojo en un piso minúsculo. Odia a muerte su trabajo, que consiste en reciclar el papel de todos los libros que no se venden. Pero Guibrando guarda un secreto: cada día, al limpiar la máquina que tritura el papel, rescata algunas hojas sueltas de algunos libros, a las que él llama "pieles vivas". Y son esas pieles viva las que lee cada día en el tren de cercanías que le lleva al trabajo, en voz alta.

Un día, Guibrando encuentra en su asiento del tren un pendrive con una serie de textos que ha escrito una mujer de la limpieza y entonces algo en su vida cambia.

Es un libro curioso, corto, salpicado de historias que nada tienen que ver con la historia de Guibrando (las historias de las pieles vivas). Me ha gustado por lo original. Y porque se lee con rapidez. Os lo recomiendo.

17 de septiembre de 2015

Lo que no te mata te hace más fuerte - David Lagercrantz


Pues aquí tenemos la cuarta entrega de Millenium. No está escrita, obviamente, por Stieg Larsson, sino por un tal David Lagercrantz. Los personajes son los mismos: Mikael Blonkvist, Erica, Lisbeth... y la historia, pues parecida. 

Mikael parece acabado. Lisbeth hackea el super ordenador de la NSA. Un científico que estudia la super inteligencia artificial muere asesinado delante de su hijo autista. Hechos aparentemente inconexos que van conectándose a medida que transcurre la acción. Y aparece un nuevo personaje, Camilla, la hermana melliza de Lisbeth. Una mala bicha, manipuladora, mezquina, mala malísima más que Cruella de Vil, Maléfica, Angela Merkel y Margaret Thatcher juntas. Pero de una belleza arrebatadora. Y se nos ofrecen pinceladas de la infancia de Lisbeth que nos permiten conocerla un poco más. 

Y, la verdad, es todo un poco traído de los pelos. Mikael, por muy acabado que esté, sigue siendo el terror de las nenas. Lisbeth sigue siendo un desastre, medio autista, tan listísima. Un poco topicazo todo. Aunque la historia engancha a partir de la mitad (al principio todo es demasiado deslavazado) y ya te lleva hasta el final. También es verdad que hace tanto que me leí las otras tres, que es como reencontrarte a un amigo del colegio y ver que se ha quedado calvo. Me da la sensación de que no llega a las otras, pero tal vez sea una percepción personal.

En cualquier caso, se deja leer.

4 de septiembre de 2015

W de whisky - Sue Grafton




Hay dos cadáveres en el anatómico forense. Dos hombres han muerto. Kinsey es llamada a reconocer a uno de ellos, pues aunque es un sin techo, llevaba el nombre y el teléfono de Kinsey en el bolsillo. Ella no lo conoce de nada, pero decide investigar porque no tiene otra cosa que hacer. El otro muerto es un detective privado con pocos escrúpulos que ha sido tiroteado. Ni los muertos ni sus vidas parecen tener nada en común; ni entre ellos ni con Kinsey. Pero las cosas no son como parecen.

Pronto Kinsey averigua que el muerto desconocido es un pariente muy muy lejano; que, a pesar de ser un sin techo, tiene una cuenta bancaria muy bien surtida; y que, al parecer, la ha hecho a ella su única heredera en detrimento de sus hijos, y albacea de su testamento. Esto la hace sumergirse en el mundo de los sin techo para averiguar de dónde ha salido ese dinero, por qué se lo ha dejado a ella, por qué vivía en la calle a pesar de estar forrado y qué tratamiento seguía para dejar el alcohol.

Por otro lado, Dietz, antiguo amante de Kinsey, vuelve a verla porque el detective muerto le había dejado a deber un trabajo. Rebuscando entre los papeles del muerto se dan cuenta de que el último caso que investigó tiene en parte que ver con el estudio de la adicción al alcohol y es entonces cuando las madejas, que corrían paralelas, empiezan a ir juntas.

Me ha gustado mucho, más que el de V de venganza. Las dos tramas están muy bien entrelazadas y el resultado final es la mar de razonable. Resulta curioso leer cómo se resuelven las herencias en Estados Unidos, de forma tan distinta a la española.